PCE - Agrupación de Collado Villalba: Gracias por tu ejemplo, camarada

viernes, 29 de octubre de 2010

Gracias por tu ejemplo, camarada

http://grandolapeque.wordpress.com/2010/10/29/gracias-por-tu-ejemplo-camarada/
Ha muerto el compañero, el camarada, Marcelino Camacho. Ha muerto un ejemplo de coherencia, de dignidad y compromiso con los desfavorecidos, con los desprotegidos, con los obreros. Ha muerto el mayor sindicalista del S XX. ¡Qué mal se portaron contigo aquellas Comisiones Obreras a las que ayudaste a nacer con tu lucha, con tu sacrificio, con años de vida en la cárcel! ¡Qué mal nos portamos contigo, compañero!

Ni dioses, reyes, ni tribunos, camarada, pero tú has sido un espejo en el que mirarnos. Has sido luz del movimiento sindical y ejemplo de dignidad. Pocas muertes me causan consternación y más cuando las siento lejanas, pero la tuya la tengo tan cerca que es como si se fuera una parte de mi.

Lloro, como lloré hace escasos meses la muerte de otro compañero del sindicato, de una de esas personas anónimas con las que compartí cuatro años de lucha, hijo de otro de esos sindicalistas que también dejaron huella. El apenas había pasado la treintena. Tú has vivido más, pero nunca es mucho cuando el ejemplo que dejas es tan grande, camarada.

Hoy me pesa en el alma haber dejado la lucha sindical, haberme rendido. Siento traicionar tu ejemplo, tu coherencia, porque los comunistas, camarada, son los últimos en rendirse. “Ni nos domaron, ni nos domesticaron, ni nos van a doblegar”. Lo siento, compañero, lo siento.

Pienso en Josefina, esa gran mujer que vivió agazapada a tu sombra para darte luz y acompañarte en tu sacrificio por la clase obrera. Pienso en el vacío que dejas como persona, como el ser humano que nunca dejaste de ser porque nunca te creíste tu gloria. Sólo los grandes tienen ese comportamiento, compañero, sólo los comprometidos viven con humildad la lucha en primera persona.

Pienso en las personas que como yo hoy se sienten huérfanas. Pienso sobre todo en dos compañeros, camaradas, amigos, que a estas horas deben estar tan consternados como yo. Dos luchadores imparables que seguro ya están en Lope de Vega para recibirte.

Eres uno de esos imprescindibles, camarada. Gracias por esa vida dedicada en cuerpo y alma a los demás. Espero que tu ejemplo no se apague nunca.